México: Vota Sustentable

5 junio, 2021
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5 junio, 2021 Admin

A un día de celebrar una de las elecciones más grandes que México ha tendido en su historia, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral, en donde 21 mil 328 cargos se renovarán, incluidas la Cámara de Diputados y diversos cargos de los 32 estados del país, existen cuestionamientos ciudadanos sobre el valor de votar en un sistema político altamente corrompido.

No hay argumento o respuesta fácil cuando se habla de la importancia del voto. Y es que siempre habrá gente que quede insatisfecha con los resultados o que no se sientan representados por quienes ganen. También es verdad que la gente ha votado en el pasado deseando cambios, mismos que no siempre fueron los deseados. Por ejemplo, habemos quienes eufóricamente saludamos el cambio de poder en 2018, pero hoy nos cuestionamos si fue el adecuado para México. Por eso es importante decir que votar es ciudadano, como ciudadano es disentir y no acordar con quienes pusimos en el poder y por lo tanto, es ciudadano cambiar nuestra opinión y por lo tanto, cambiar nuestro voto.

De cara a las elecciones del 6 de junio de 2021 nos enfrentamos con dilemas. Por un lado, tenemos el problema de que el partido político que hoy dirige al país a nivel del gobierno federal no sólo no vela por el bienestar de la población, sino que además ha tomado decisiones que van en contra de dicho bienestar. Uno de los ejemplos más claros, pero no el único, es el de la política energética. Y es que mientras a nivel global hablamos de una emergencia climática producida en buena medida por el modelo de extracción y consumo de combustibles fósiles, y de la necesidad de transitar hacia fuentes de generación de energía y electricidad renovables como el sol y el viento, tenemos un gobierno que lejos de acelerar dicha transición, se ha empeñado en usar los recursos públicos para fortalecer la actividad extractiva basada en fósiles.

El problema de fondo es que el presente gobierno está usando los recursos de la gente, para poner en marcha “sus” proyectos prioritarios como la refinería Dos Bocas, el tren maya y otros que, que tienen un impacto negativo en el bienestar de la población y de los ecosistemas. Y es que no hay error más grande que permitirles pensar que el dinero que el gobierno tiene es suyo. No, no es suyo. Es del país, es lo que las y los mexicanos pagan a través de los impuestos e incluso es lo que las y los mexicanos fuera del país envían a sus familias a través de sus remesas. Y si bien es cierto que más del 20% de sus ingresos vienen de los combustibles fósiles (GFLAC, 2020), la gran oportunidad que tiene México es la de diversificar su economía, descarbonizar y diversificar sus ingresos, en lugar de profundizar dicha dependencia.

Entonces, pensar en el voto es pensar en quienes queremos que “gestionen” nuestros recursos y a donde queremos que se dirijan las inversiones del país.

El pasado 26 de mayo celebramos la Cumbre Ciudadana por el Voto Sustentable. Un llamado de más de 60 organizaciones en donde artistas, activistas y especialistas nos unimos para hacer diversos llamados, aquí enfatizo tres de ellos:

  1. Votar es un derecho ciudadano. Podemos usar el poder del voto para exigir a quienes contiendan y a quienes ganen, que integren en sus propuestas y planes de acción, la atención de temas cruciales para la población como: movilidad sustentable, energías renovables, agua en cantidad y calidad, alimentos sanos, mejor calidad del aire, conservación de la biodiversidad y ecosistemas, entre otros. Y en general todo aquello qué nos ayudará a combatir problemas como el cambio climático y que nos ayudará a mejorar la calidad de vida. Elegir entonces es la oportunidad de seleccionar a quienes tengan mejores propuestas, y si no las tienen, exigirles que las tengan cuando ganen.
  2. Votar es el primer paso. El voto es solo el primer paso del ejercicio ciudadano, que después deberá acompañarse de un seguimiento de las propuestas y en su caso, de la denuncia por incumplimiento. E incluso si no votamos o ganan quienes no elegimos, esas personas están en la obligación de escuchar y atender las demandas de toda la población.
  3. Impulsar un diálogo público. Quienes queden en puestos de toma de decisiones, serán elegidos por la población (si no hay corrupción de por medio). Eso quiere decir que están obligados a escuchar las propuestas, pues ese es su trabajo, representarnos. Como ciudadanía tenemos el derecho al voto y la responsabilidad de hacernos escuchar. La oportunidad es trabajar de manera colaborativa, porque no habrá gobierno que logre por si solo atender crisis profundas como la climática y la de salud. Abramos un verdadero diálogo por lo público, por los bienes comunes y por el futuro común.

 

Si, hay frustración y desinterés, porque México ha sido un país corrompido por políticos corruptos, pero no hay poder más grande que el de la gente. Las grandes transformaciones vienen de la fuerza de la ciudadanía. Y hoy países como Chile están incluso escribiendo su nueva constitución, a petición de la gente.

Este 6 de junio voten, voten con responsabilidad, pero sobre todo, voten con la clara conciencia de que quienes elijamos gestionarán nuestro dinero y nuestro futuro. Nada más importante que saber que de estas personas dependerán los próximos 3-6 años del país. Y si les digo que solo nos quedan 8 años para hacer cambios profundos ante la emergencia climática, entonces pueden imaginar que quienes ganen hoy serán responsables de evitar una catástrofe en el país y en el mundo.

Y recordemos que algo crucial este 6 de junio será arribar a un balance del poder, para lograr los consensos necesarios y evitar el autoritarismo. La diversidad es lo mejor para el equilibrio de los ecosistemas y debe serlo también en la política.

Y si no lo quieren hacer por ustedes, háganlo por sus hij@s, por sus niet@s, por sus sobrin@s, porque es la apatía de las personas adultas la que hoy condena el futuro de quienes aún no pueden elegir.

México, Vota Sustentable

 

#EleccionesXelFuturo

#VotoXelClima

#VotaSustentable

Sandra Guzmán

Fundadora y Coordinadora de la Agenda Internacional del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC).

Especialista en desarrollo bajo en carbono y financiamiento climático.

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