El pasado día 3 de julio se celebró el Día Internacional Sin Bolsas de Plástico, que tiene el objetivo de concientizar a la población sobre el uso excesivo e irracional de este desechable y este mes se realiza la campaña internacional “Julio sin plástico”.
Quiero decirles que soy consciente y reconozco que el plástico ha ayudado a la evolución de la humanidad, nos ha llevado a la luna, hay avances médicos y científicos sorprendentes que nos hacen vivir más años, los alcances de la tecnología son increíbles, en fin, hay innovaciones maravillosas. Sin embargo, todos e incluyo ciudadanos, gobiernos, empresas e industria, somos responsables de la gran contaminación que hoy existe, como consecuencia de nuestros hábitos y patrones de consumo, gracias, a que nos adaptamos a la programación de usar y tirar.
Durante 11 años, he estado observando el comportamiento de las personas durante sus compras en el supermercado o tianguis y he notado que repiten las siguientes acciones. ¿Te identificas con alguna de ellas?
Eres de los que echa en una bolsa rectangular transparente dos jitomates, en otra un aguacate, en otra más un elote, en la que sigue tres zanahorias, en otra, dos calabazas o te encanta el pimiento morrón, te llevas uno de diferente color y los empacas en bolsas separadas porque los precios no son iguales, o a la piña, ¿Le pones doble bolsa para que no se vaya a desfundar por el peso?
Ahora vas a la sección de panadería, te pido que observes que empacan cada pan en polipapel para que no se peguen entre sí o no se le pegue el azuquitar del otro; aprovechas y te comes uno, pero, pediste polipapel para que los dedos no se te queden pegajosos, te lo terminas y a la basura, por cierto, depositas en cualquier bote que te hayas encontrado, sin importar si dice orgánico o inorgánico. ¿Qué haces con el polipapel después que comen el pan en casa? ¿Cuánto duró dos, tres días? De esos plásticos hay muchos en la calle. Y ahora con la pandemia los empacan individualmente en bolsas de celofán o he visto algunas que dicen biodegradable, reciclable, plástico no. 5.
Te encuentras en la carnicería-pollería, te llevas tres o cuatro charolas con carne envueltas con plástico transparente y como te da cosita que escurra la sangre, pides que cada charola la empaquen en bolsa de plástico.
También pasas por un poco de jamón que va envuelto en polipapel y luego lo meten en una bolsa de plástico. Lo mismo si compras queso, salchicha y otros productos.
No estoy contabilizando las bolsas en las que ya está empacado arroz, frijol, avena, granola, sopas, maíz palomero, etc. y todas las verduras pre-lavadas que también vienen en bolsa de
Dejando un rastro de Conciencia plástico, aunque parezca celofán….y la de los cereales, y la bolsa metalizada de galletas, frituras, botana….también es plástico.
Finalmente, llegas a la caja….los empacadores voluntarios te ofrecen caja y eliges que todas estas compras las empaque en más bolsas de plástico, ahora tipo camiseta o de asas. Justo este tipo de bolsa es la que las tortugas confunden con medusas y se las comen.
Te quiero compartir lo que he visto en el “tianguis sobre ruedas”. Los que atienden, en cuanto te acercas y dicen “pásele güerita, ¿qué le damos?” ya están arrancando la bolsa de uno de los 5 rollos de diferentes tamaños de bolsas que están colgados. En mi caso, a cada puesto que paso tengo que anticipar “por favor sin bolsa de plástico, no quiero que mi compra genere basura”. Está tan arraigado el piloto automático, que de todas maneras arrancan la bolsa, la hacen bolita y la guardan en el mandil y dicen “ahorita la uso jefecita”. Y después son las miles de bolsas nuevas sin usarse, que vemos volando en las calles.
¿Te habías detenido a observar todo el consumo de bolsas de plástico que haces durante tus compras en el tianguis o supermercado? ¿Cuántas bolsas de plástico llevas?
A lo mejor puedes responder, pero si ya son biodegradables, compostables, oxo y fotodegradables. En este momento, no me pondré a aclarar la diferencia de estos materiales y sus impactos al ambiente. Lo que pretendo con este escrito es hacer notar nuestros patrones de consumo, ya sabemos que tenemos que cambiarlos, nos han llenado de información por todos lados, los niños en la escuela ya hacen cambios… sin embargo, hemos elegido seguir haciendo las cosas de igual forma, aunque la bolsa sea de otro material. ¿Lo habías notado? ¿Te lo habías cuestionado?
La solución al problema de la cantidad de bolsas desechables de plástico, no es que nos proporcionen alternativas de material menos impactantes al ambiente, es que seguimos consumiendo irracionalmente, despilfarrando recursos y residuos.
Actualmente, la situación de pandemia ha sido muy beneficiosa para regresar a estos hábitos dependientes con las bolsas de plástico.
El Senado de la República, estima que en nuestro país cada día se consumen 22 millones de bolsas de plástico.
Las bolsas de plástico son tan ligeras que pueden ser transportadas por el aire y el agua a distancias lejanas de donde fueron consumidas o tiradas, razón por la que se vuelven dañinas para cualquier ecosistema. Las que llegan a degradarse, como las oxo-degradables, por exposición a la luz del sol, temperatura y humedad se desintegran en miles de micropartículas tóxicas que contaminan el agua, el suelo e incluso también son ingeridas por animales, de esta manera, a través de la cadena alimenticia es que pueden llegar al cuerpo humano, causando afecciones en la salud ya que alteran el buen funcionamiento de las hormonas.
Datos del Instituto Smithsoniano, estiman que en todo el mundo se consumen entre 500 billones y 1 trillón de bolsas de plástico al año, lo que se convierte en un millón de bolsas por minuto, por lo que billones de bolsas terminan en tiraderos de basura a cielo abierto, en rellenos sanitarios y en el mar.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés), calcula que para 2050 existirá más basura en los océanos que peces, cada 2.59 km2 de mar tiene 46 mil piezas de plástico flotando.
Debido al gran impacto ambiental y sabiendo que también genera afecciones en nuestra salud, es necesario que dejemos de consumir bolsas de plástico, tenemos que re-aprender a hacer las compras de forma diferente, poner atención a nuestros pilotos automáticos y estar dispuestos a generar nuevos hábitos que contribuyen a evitar y disminuir lo más posible el uso de estos desechables.
En estos días de pandemia, dejemos que el plástico y todos sus derivados en desechables de un solo uso, sea para los enfermos y personal médico dedicado a esto. Tú, que afortunadamente estás sano, puedes elegir disminuir el consumo de plásticos y aprender nuevas formas de hacer las cosas.
Elisa Apátiga
M. en Ciencias Ambientales
Más de 11 años de experiencia en gestión de residuos y conciencia ambiental.
Es Líder Climático por el Climate Reality Project de Al Gore y Social Innovation Manager por la Global School for Leaderships.
Co-fundadora de PloggingMx
PloggingMx le ha permitido poner a disposición del mundo su propósito de vida, por lo que se encuentra totalmente apasionada y entusiasmada con lo que hace.
Es muy feliz de inspirar a las personas en muchos aspectos de sus vidas.